17 de agosto de 2015

Capitulo 3 The Iron Traitor (Epañol)

CAPÍTULO TRES: LA ADVERTENCIA DE LA REINA DE HIERRO
Traducido  por: Vale A
Publicado por: Ary Winter





Mi estómago cayo al piso. Mi media hermana, la reina de Hierro fey, estaba de pie en la sala de mi casa, mirando de forma normal como cualquier medio adolescente no relacionada con faery. Casi. Llevaba vaqueros y camiseta estándar, y su largo, liso y rubio pelo recogido en la nuca. Sólo sus delgadas y puntiagudas orejas la delataban; aunque el glamour ocultó su verdadera apariencia, dándole un aspecto perfectamente humano a los mortales, mi Visión siempre me deja ver a través del disfraz. Eché una mirada furtiva por la habitación para ver si había otro fey, bueno, una hada en particular. Con un largo abrigo negro y una brillante espada azul, ojos plata apreciativa y cautelosa. ¿Estaba en mi casa, al acecho en algún rincón oscuro? Nunca había venido dentro antes .... -Él no está aquí.-dijo Meghan tranquilamente. Avergonzado, volvi mi atención hacia ella, encontrando sus azules y solemnes ojos. Me mira... cansada. Preocupada. -Necesito hablar contigo, Ethan -dijo. -En privado, si pudiéramos. No quiero que Mamá o Lucas nos oyan por casualidad, y hay algunas cosas que necesitan... explicación. -Sí. Las hay. Yo le indiqué por el pasillo a mi habitación, después de pasar a través del marco y cerrar la puerta detrás de nosotros Meghan se sentó en mi cama mientras yo me dejé caer en mi silla de la computadora, frente a ella. Tantas preguntas. Tantos secretos que habían mantenido lejos de mí, de mamá, de todos. ¿Dónde debería empezar siquiera? He optado por el más grande. -Keirran-, le dije, y ella cerró los ojos. -¿Cuándo ibas a decirnos? ¿O estabas esperando evitar que nosotros supiéramos para siempre? -Cuando ella no respondió de inmediato, asentí lentamente, a pesar de que no me podía ver. -Es por eso que dejaste de venir a vernos, ¿no es así?-Murmuré. -Nunca quisiste que nosotros supiéramos. No querías que Keirran supiera sobre su familia humana. -Mi pecho se apretó fuerte cuando pensé en todos esos años, esperando a que mi hermana volviera, sólo una visita, que ella nunca hizo. -¿Estás avergonzada de nosotros? Ethan.- Ella suspiró, y el dolor en su voz me hizo desear nunca haber abierto la boca. Cuando abrió los ojos, vi el brillo de las lágrimas en sus pestañas y me sentí como un hijo de puta completo. -Lo siento,- susurró Meghan y respiró hondo, componiendo a sí misma. -Lo siento,-dijo de nuevo con una voz más fuerte. -No, no estoy avergonzado de ti, Ethan. Te amo, y a mamá, y a Lucas, más que nada. Siempre serán mi familia, incluso si no puedo estar aquí. -Entonces ... ¿por qué el gran secreto?- Tenía que tragarme el nudo en la garganta para continuar. Recordé, de repente, la mirada de preocupación de Puck cuando nos vio a Keirran y a mi juntos; Las propias palabras de Keirran ,unos secretos que se guardan de él por todo el mundo. -No es sólo por mi.- dije, observando su reacción con cuidado. -Hay algo en Keirran que los tiene a todos nerviosos. ¿Qué está pasando? -Yo ... no te puedo decir. Herido, la miré fijamente. Meghan no hablo, parecía que estaba ordenando sus pensamientos, su cara de repente se ilumino y la levanto. -Sé que te he fallado, Ethan,- dijo ella con voz temblorosa. -Quería protegerte de las Hadas, de todo. Yo quería ... -Tragó saliva, y sus ojos brillaron. -Yo quería que supieras de Keirran. Quería que mamá supiera de su nieto, y que me maten porque nunca lo podrá saber. Meghan resopló, luego se recompuso una vez más. -No lo entiendes ahora,- dijo, -pero hay razones por las que elegí lo que hice, por eso decidí que era mejor que tú y Keirran se mantuvieran alejados el uno del otro.- Ella suspiró de nuevo, pero su voz era firme cuando continuó: -lo siento, Ethan. Sé lo difícil que ha sido. La última cosa que quería hacer era herirlos a ti y a mamá, pero me pareció que era la mejor opción. Quería estar enojado con ella. Durante años la había culpado por abandonarnos, para poner su vida como una reina fey antes de su propia familia. Pero... tal vez ella no podía volver. Tal vez fue igual de duro para ella quedarse lejos. No entendía por qué ella todavía me mantenía en la oscuridad acerca de Keirran, había algo más en juego aquí. -Bueno, supongo que Keirran y en cierto modo te cago el plan al encontrarme, ¿no es así?-, Le dije, queriendo aliviar un poco la tensión en la sala. Mi intento de una broma no tuvo el efecto que quería. La frente de Meghan se fruncido. -Desde el momento en el que entré en el palacio, yo sabía lo que iba a suceder-, murmuró, casi para sí misma. -Envié a alguien para realizar un seguimiento a Keirran una vez que llegaste, pero él sacó uno de sus actos de fuga antes de que pudiéramos encontrarlo. Luego, cuando me enteré de que les había ayudado, a ti y Kenzie furtivamente fuera del palacio ... -Ella sacudió la cabeza. -No tienen idea de lo que esto significa, lo que ha comenzado. Ninguno de los dos se dan cuenta de lo que podría suceder ahora. Ethan ... -Sus ojos azules se encontraron con los míos, enojado y suplicando a la vez. -¿Dónde está?-, Preguntó. -Por favor, si sabes dónde está, dile que venga a casa. "Lo que ha comenzado...." -¿Quien? ¿Keirran? ¿Por qué iba yo a saber dónde ...? -Me detuve cuando la respuesta muy obvia me golpeó en la cara. -Se ha ido, ¿no?- Supuse. -Es por eso que estás aquí. -Él desapareció poco después de que volviste fue a casa.- Meghan respondió, con la cara llena de preocupación. -Nadie ha visto ninguna señal de él desde entonces.- Ella miró alrededor de la habitación, con la esperanza de atraparlo escondido en el armario o algo así. -Tenía la esperanza de... que podría haber venido aquí. Negué con la cabeza. -No lo he visto.- Ella me miró, suspicaz, y yo levanté mis manos. -Lo juro, Meghan. No lo he visto, o a Annwyl, o cualquier persona magica, desde Nueva York . Si Keirran se ha ido, el no ha venido a mí. En ese instante, me pregunté si sabía exactamente dónde estaba Keirran y si debo expresar esa preocupación a Meghan. El Príncipe de hierro, como se le llamaba, estaba enamorada de un hada de la Corte de Verano, un amor que estaba prohibido según la ley antigua hada. Annwyl fue un fey verano desterrado que vivía con la auto proclamada reina Exilio, Leanansidhe, en el Between, el velo entre Faery y el mundo real. Cuando Annwyl fue secuestrada por los Olvidados, Keirran se vio obligado a aparecer ante su reina, pero, cuando Kenzie y yo llegamos a él, a rescatar tanto a Todd, como a Annwyl y a toda una tropa de mestizos despojados de su glamour, Keirran había sido sorprendentemente comprensivo con los Olvidados y su causa. No sabía exactamente lo que se había dicho entre el Príncipe de Hierro y la reina olvidada, pero cuando los encontramos, Keirran había hecho la promesa de volver a ella, con su propia voluntad, en algún momento en el futuro. ¿Podría estar con la reina olvidada en este momento? Meghan todavía me miraba, su mirada de concentración, casi como si pudiera ver mis pensamientos. -Si él no ha venido a ti-, preguntó lentamente, deliberadamente, -¿Sabes de dónde puede estar? Aparté la vista. Yo no quería delatar a Keirran. Habiamos tenido nuestros desacuerdos en el pasado, pero aun así, era familia. Y después de todo lo que había sucedido, le consideraba un amigo.


Pero Meghan era mi hermana, y todo esto con Keirran y los Olvidados no podía mantenerse en secreto por mucho tiempo. Había demasiado en juego. -Sí-, dije con voz áspera, todavía sin mirarla. -Tengo una idea. Cuando estábamos con los Olvidados, Keirran le dijo a su reina que volvería a verla. Él podría estar con los Olvidados en este momento. Vi el cambio, el cambio sutil de mi hermana mayor, familiar a la inmensamente poderosa Hierro Reina, allí mismo, en mi cama. Ella no se movió, pero su energía llenó la habitación, por lo que el aire comenzo a crepitar y las luces a parpadear. Tragué saliva. -Hey, ¿hermanita? Necesito que mi ordenador no explote, si eso está bien. Meghan parpadeó, y el poder creciente alrededor de ella se calmó. -Por supuesto,- murmuró y se levantó de la cama. -Gracias por decirme acerca de los Olvidados, Ethan,- dijo ella, volviendo a ser Meghan normal. -Sé que tu y Keirran pasaron por mucho, y que no quiero meterte en problemas, pero hiciste lo correcto. Necesitaba saber de lo que es capaz de hacer. Me sentí muy miserable. Meghan parecía más pequeña ahora, menos una reina hada y más una madre arrasada por la preocupacion, la culpa y algo mucho más oscuro. -Tengo que volver a Nunca Nunca.-dijo ella, caminando hacia la puerta. -Ethan, si ves Keirran, haz el favor de decirle que vuelva a casa. Házle saber que no está en problemas, sólo queremos hablar con él. Sea lo que sea, lo que está haciendo, podemos arreglarlo. Él no está solo en esto. ¿Me prometes que le diras eso por lo menos? -Si lo veo,- dije, -voy a dejar que lo sepa. -Y ... no se lo digas a mamá o Lucas. Todavía no. -Se pasó una mano por los ojos. -Tienen que averiguar sobre él, pero ... quiero ser la única que lo explique. -No voy a decirles. Ella me dio una sonrisa triste, y yo la seguí hasta la puerta principal, donde mamá estaba esperando por nosotros dos. Su cara estaba roja y tenia los ojos hinchados, aun asi sonrió y abrazó fuertemente a Meghan, recordándole que ella era siempre bienvenida aquí, que esta siempre seria su casa. A pesar de que todos sabíamos que ya no lo era. Fuera, un coche de caballos esperaba, invisible a los ojos mortales. El caballo era un brillante bestia cobre que hacia tictac como un reloj, el conductor un hada de piel verde con un sombrero de copa. Inclinó el sombrero para nosotros y sonrió mientras Meghan tiraba lejos de mamá y me abrazaba, tirando de mí cerca. -Cuida de mamá.- susurró ella, como siempre lo había hecho cuando todavía nos visitaba. Abracé a su espalda y asentí. -Lo haré. Y entonces, como lo había hecho tantas veces antes, ella se fue. El Glamour brillaba alrededor de la Reina de Hierro cuando ella desapareció de la visión humana, aunque mis ojos todavía me permitían verla con claridad. Se acercó al carro invisible esperando por ella en la acera. El conductor bajó de un salto, abrió la puerta a la reina para entrar y saltó hacia atrás en el asiento. En la película de un batidor de alambre brillante, el carruaje se alejó por la acera y se perdió rápidamente en la oscuridad. Me preparé para las preguntas cuando volvimos a dentro; Mamá sin duda querrá saber qué era lo que Meghan y yo habíamos discutido a puertas cerradas. Pero lo único que dijo fue: -No me siento, como para cocinar esta noche, Ethan. ¿Estaría bien si ordenamos pizza? -Claro-, le dije, preguntándome si Meghan le había dicho algo antes de llegar. Ella me dio una sonrisa temblorosa y vagó arriba, probablemente a su dormitorio. Probablemente para encerrarse y llorar por un rato mas antes de volver a actuar como si todo fuera normal. Como si su hija no fuera una reina hada inmortal que no había envejecido en trece años y su hijo no fuera un matón juvenil que atraía problemas a cada paso. Me imaginé que era realmente una buena cosa que ella aún no supiera que también tenía un nieto partes fey desafiante que podría estar en cualquier lugar en este momento. Volví a mi habitación, a pedir pizza en línea y miré en el lugar donde mi hermana había estado hace unos momentos. Así que Keirran estaba allí ahora. El Príncipe de Hierro se había escapado otra vez, y nadie sabía dónde estaba. No es que me sorprendiera; incluso en el poco tiempo que lo conocía, sabia que Keirran nunca había sido una persona que sigue las reglas. No es que él era rencoroso o malicioso; mi sobrino no tenía un hueso de maldad en su cuerpo y era infaliblemente cortés, amable y de voz suave. Pero también era terco, rebelde y enamorado de una chica de la corte equivocada. Ya había demostrado todo que haría por mantener a Annwyl segura; Me pregunté si ella era la razón por la que se había ido sin permiso. ¿Qué estás haciendo, Keirran? Pensé, tratando de evitar la sensación ominosa arrastrándose sobre mí. Mi teléfono sonó, indicando que tenía un mensaje de texto. Curioso, lo agarré e hice clic en la pantalla. "Desde el teléfono de la enfermera Brrwed, q pensó q eras lindo (me 2). No respondas sólo quería decirte gracias por venir y q decidieron liberarme mañana, ¡yei! Así que no vengas porque ya no estaré aquí, tipo duro." -Kenzie. Un segundo después, se siguió con: "PD : ¿Por qué todos los hospitales piensan que verde Jell-O es comida? * Iugh * muero *" No pude evitar la sonrisa que se extendió por mi rostro cuando hice clic en el teléfono y lo puse de nuevo sobre la mesa. No pude preocuparme Keirran ahora. Tenía algo más, alguien más, por quien preocuparme ahora. Kenzie merecía más de lo que podía darle, pero yo quería tratar de hacer esta cosa de novios con derecho, a pesar de la advertencia de su padre para que se mantuviera alejado de su hija. Obviamente, yo no iba a escucharlo, a pesar de que tenía más razón de lo que sabía cuando dijo que yo no era bueno para ella. Yo sólo esperaba que Kenzie pudiera ser paciente conmigo y que su padre no haga las cosas demasiado insoportables.
Y que, por una vez, nos dejarían solos sin meterse en todo lo que hacemos o decimos.
El optimismo a ultranza.

Hasta aqui el capitulo 3!!!!
Si quieren seguir leyendo entren a la página, estaremos pasteando los siguientes capítulos.



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